Me extraña que, contando en nuestras filas con alguien como el Cardinal, no se hable más en este blog de temas gastronómicos.

A este respecto me gustaría, si bien de antemano, poner sobre la mesa mi respuesta a esa pregunta que tantas veces nos hacemos los unos a los otros, que es la clásica: “bueno, ¿adónde vamos?”

Bien haya plan de tomarse sólo un par de cervezas, o bien de cenar algo informal, ha llegado a mi conocimiento un sitio entrañable, bonito y barato, que cuenta con la característica de estar decorado como si fuese el vagón comedor de un tren, donde los camareros van incluso vestidos de revisores.

El sitio cuenta con imprescindibles alicientes como: una razonablemente amplia gama de cervezas, un respirable ambiente libre de humo, un encargado eficiente y ameno, y unos precios acordes con casi cualquier bolsillo.

** Paquito: ¡Recomendable!